Las campañas publicitarias son
fundamentalmente la manipulación demagógica de las masas. Mas cuando se está buscando
un fin político que representa el acceso a la administración de millones de
dólares. El botín de guerra de corsarios cuya única virtud es la conseguir inversionistas que le den dinero para ganar un concurso de
popularidad llamado elecciones.
Una de las campañas más detestables (y al
final del camino más dañina para el ideal que busca adelantar) es el de los
estadistas que quieren vender la imagen que la estadidad es beneficiosa para
Puerto Rico. Ya que esta se focaliza en los beneficios para Puerto Rico, en
detrimento de los beneficios para otros estados.
El argumento más común para abogar por la
estadidad para puerto rico es la obtención en ‘paridad’ en los fondos de los
diferentes programas federales. La realidad
es que si Puerto Rico se le otorga la estadidad estados perderían escaños en el
congreso. Pero más importante el presupuesto se achica por tener que repartirlo
entre más personas. En otras palabras todos tendrán un pedazo de bizcocho más
pequeño.
Sobre esto la intención de mendigar se hace
patente con las campañas publicitarias que buscan el voto de las personas que
no han de producir y contribuir a la Unión. En vez de buscar el voto de
personas que producen, buscan el voto de aquellos que mendigan las ayuda
federales.
Estos estadistas o asimilistas entienden
que la ideología o capacidad no gana elecciones. Miedo y la promesa de beneficio,
es lo que asegura la victoria electoral. Estas campañas dicen que ‘si fuéramos
estado’ tendríamos más acceso a fondos de educación, medicaid, seguro social, etc.
Esta es la ambición de pobres mendigos o de
corruptos que necesitan encontrar nuevas fuentes para robar.
Al
final del camino esto es contra producente. Estas alimañas estadista asumen la
ignorancia o a un memoria corta de los estadounidenses. A sus acciones
desacertadas le añade el insulto. Porque en algún momento estos anuncios serán
traídos a la atención de quienes serán afectados por la admisión de puerto rico
a la Unión.
En un Congreso donde la mayoría es
conservadora. Donde los republicanos, con sus Tea Baggers (los teteros), y los
demócratas conservadores, con sus perros azules, no han de aprobar un proyecto
de estadidad a un país de mendigos. Que lo busca no es contribuir a la nación,
si no ser una carga para ella.
Una desempleo real que sobre pasa el 20%,
con un más de 40% de su población bajo el índice de pobreza, la cual depende de
PAN, TANF, WIC, Seguro Social, Medicaid… donde no hay importantes centros industriales,
manufacturas o agrícola, JAMAS, ni siquiera se le considerara para ser un
estado de los EE.UU.
Una nación de mendigos es lo que los
estadistas están construyendo para vender la idea de la estadidad. Voces como
las del ex gobernador Carlos Romero
Barceló, ya son una minoría. Ya que este es uno de los que dice que unirse a
los EE.UU. es asumir responsabilidades y beneficios en igualdad. Pero está madura
actitud no atrae votos.
En vez de estar desperdiciando el dinero en
campañas publicitarias que lo único que logra es engañar a la población e
insultar a la nación a la que pretende unirse, se debería invertir ese dinero
en proyectos que mejoren la realidad social y económica del país. Para así construir una nación que los EE.UU. desearían se uniera a su unión.